Expresarse sensiblemente y sinceramente, eso es lo que Kat White quiere para la música. Primero en Inglaterra, luego en Bretagne, se nutre con repertorios de folk, rock y pop-rock. Su voz se destaca, tanto por su potencia como por su carácter, tanto acompañándose a sí mismx como producida con otros músicxs. En Rennes, conoce muchos músicos y músicas que admiran su persona y su talento, y no deja de impregarse con las diversas músicas que conoce. Es ahí que el jazz entra definitivamente en su relato. En el conservatorio de Rennes, luego en el Centro de Música Didier Lockwood, su emancipación artística crece.

     Para Kat White, la música es un lugar de expresión. “En la música, logro decir quién soy”